11 Feb 2009

Etiles





En las noches de abandono, encuentra aquel hombre un asidero a su infortunio.
4 0 5 centímetros de un bebedizo que lo obnubila al punto de ver a su único compañero en la transparente verdad de los debras del alcohol.

Cuando el rosado del ocaso de nuestro tan vehemente fin de semana, se encarna en la silueta de ese hombre, la necesidad de encontrar en ese compañero febril, el bastón aguado, para lo que se presume será una velada de llanto y alcohol desbordado al punto del ávido embriagado de las penurias de una vida prudente pero poco justa con su fiel retina de lo que asimila de la gaia.

En grises pavimentos encuentra colchón, con lujosos vestidos encuentra calor a las frías noches de esta sabana que le da de todo y que insondablemente le quita la vida.

La tertulia no existe en términos de fraternidad compañeristica. Lo único que existe es la preponderancia de argumentos agrios de cómo solventar el trozo de vida que tiene, vericuetos de acciones de lo correctamente permitido y lo entendiblemente soportable para un hombre que vive en espíritu y solo puede ver en su entorno entidades faltas de ese ridículo vocablo del cual lo único que ha obtenido es desgracia protuberante, ausencia de hermandad de sus allegados y un infatigable dedo que lo acusa como la fuente de todo problema que lo rodea.

Vertientes de alcohol es lo que quiere, ríos de etanol es lo que busca. Y solo se ufana por que llegue la tarde rosada que lo acoge como su hijo, que lo envuelve como un padre al que solo le interesa no dejarlo ir en medio de tanta razón, en medio de tanto irrespeto, que viene de la labia de una sala que lo ve encantado en paramos de felicidad, en caminos de colaboración pero que a vergüenza de ellos, solo es un espejo de su falta de civilidad, de su falta de amor por una sociedad que pide a gritos que se le ayude ; y sin quererlo a el también.

De nuevo el estomago se pega a lo que los médicos llaman diafragma, pero en términos callejeros solo es hambre, la cual se suple leyendo, la cual se tapa bebiendo.

Muchos son los que preguntan el porque gastar un centavo en alcohol y no en comida, y es que, para cual es fácil entender que un trago con hambre sabe mejor que beber después de una opulenta cena donde no hay nada que pensar, donde no hay con que mortificarse la vida.

Este lánguido y contrastado hombre solo quiere el espíritu del etil para que su temperamento febril se exacerbe y así olvide la tristeza de una vida empantanada por las ganas de ayudar a quien no lo necesita, enlutada por las ganas de dejar de pensar en la consabida decencia del dinero y sus increíbles bisagras de aceptación.

Hoy sin embargo cuando la resaca ha pasado, el sueño ensoñado de la realidad retórica toca la puerta del oficio, y que con mil dificultades y maleficios, continúa haciendo. Allí donde a veces es, su alma se desdobla y su cueva es el miedo de los demás con los cuales comparte un espacio pero no un tiempo, con los cuales convida una palabra pero no un pensamiento.

Y son estos pensamientos lo que lo hacen impuro, frágil y disidente de la verdad a medias.
Verdades miserables que se esconden detrás de bolsillos repletos de conchas llamadas dinero, mentiras creídas en la mitad de un pleito que no le pertenece y con el que se enfermo para nunca aliviarse.

Dantesco escenario lo recorre cada vez que debe pensar, porque algo le dice que sin hambre no es nadie, que sin hambre no crece. Pero el desanimo de entender esta cruel visión es pan de todos los días y por eso no se ha muerto de hambre por que todavía tiene sus ideas antagónicas cazadas en la adversidad de lo que algún día le debió dar oro y solo le trajo precariedad.

Una vez estuve en su cuarto. Me pareció haber visto ese lugar en algo muy parecido a un bar. Un colchón, un escritorio, un mundanal de libros y paginas inconclusas, un baño amarillento por el calentador de paso, una puerta que le sirve de sparing y un lagrimero como el de Nerón cuando mandaba matar su corte, pero que en este caso se llamaba guitarra voz y son.

2 comments:

Anonymous said...

Que increíble sensación saber que aún te preocupas por si mi corazón se detiene. Estoy bien, reconciliándome con la vida.
Besos ... Móni

Pivi said...

Hola David, Cómo estás?

Soy Silvia Bargans, escribo para ExpressNews en la sección de Cultura y me gustaría escribir algo sobre ti

No sé si estás interesado. Si es así, por favor envíame un mensaje con tu teléfono.

Mi e mail es silviabargansb@hotmail.com. Te escribí también en tu myspace a ver qué sale primero, así que perdón por la repetición.

Espero saber de ti.

Muchas gracias,

Silvia Bargans B.